Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2015

Al andar...

"Al andar. Desde pequeña. En verano, a veces, tengo que echarme talco donde se juntan para que no me escueza. Y tengo el culo gordo. Y las piernas. Y durezas en los pies. Y pelos donde no debe ser. Y me están saliendo arrugas, canas, manchas. Que a veces se mezclan con los granos. Y suelo tener ojeras. Y no tengo los dientes blancos, ni están todos en fila, ni son exactos. Por eso soy perfecta. La perfecta borrega asustada que se pasará la vida tratando de que le quede distancia entre las piernas, de que sólo algunas de sus curvas sean convexas, de que no haya en su cuerpo rastro de pelos, granos, manchas, pieles muertas... Que comprará cosas, revistas, cremas. Que se avergonzará de su cuerpo y querrá el de otras, y se culpará de no tenerlo. Que lo esconderá como pueda, por miedo a escuchar la mirada ajena. Que se sentirá vieja, fofa, fea. Que se creerá invisible, inquerible, incogible, despreciable... O igual no soy tan perfecta. Igual soy una mujer grande, en una autoestima pequ

Impulsos

A veces se nos acaba la gasolina y necesitamos a una persona que impulse a seguir. Tal vez no encuentres al hombre prefecto que llenaba todas tus expectativas. Está bien. Es normal. Pero hay una característica sobre todo, que nadie debería tranzar a la hora de encontrar el amor, y es  que tu pareja te inspire. Que te inspire de una forma simple, a ser mejor persona, pero también que te inspire de una forma compleja: a salir de tu zona de confort.  A atreverte y probar lo que siempre dijiste que nunca ibas a probar. No debería importarte tanto su trabajo, como que a él le encante su propio trabajo. No debería importarte tanto cuánto gana,  como cuál es su estilo de vida y si él mismo cree en él. Un hombre coherente consigo mismo te inspirará a hacer lo mismo tú.  A buscar lo que siempre has querido para ti.  A ser tu misma pero sin dejar de experimentar. Está bien si él te desafía un poco. Si te saca de tu zona de confort en cuanto a tus creencias, a tu cultura y tus valores. 

10 momentos en los que más echo de menos a mi hermana

Mi hermana y yo  somos uno contra el mundo.  Echo de menos ese apoyo incondicional. Puede sonar absurdo, pero si estoy con mi hermana  me siento protegida . Nadie puede hacerme caer, porque ella está ahí para levantarme. Cuando me apetece simplemente quedarme en casa... Creo que es una de las cosas que más solemos hacer juntar. Simplemente tumbarnos juntas a descansar y ver cualquier cosa en la televisión.  Echo de menos incluso sus regaños porque subo demasiado el volumen. Cuando me estoy vistiendo para una cita Mi hermana es directa y sincera como nadie. Es la única capaz de decirme: “¿En serio vas a salir así? (Cara de asco incluida).  Esta Navidad me dijo: “Creo que ya eres un poco mayor para ir tan corta”. Tengo 32 años. Cuando veo algo que sé que le daría demasiada risa A veces me pasa. Veo algo y comienzo a reírme sin parar. La gente me mira porque no entienden… Simplemente sé que ella sí lo entendería.  Cuando lloro Papá, Mamá, estoy bien. No se preocup