Hoy, un día como otro cualquiera, con esa nostalgia latente y con la pesadez de siempre, quizá menos que otros días y más que otros, empiezo a salirme de mí misma y pensar en más allá de todo lo descrito anteriormente.

Porque aunque el egoísmo no sea mi mayor fuerte, ni para mal ni para bien, reconocer cuándo me estoy empecinando en mirar las cosas desde sólo una perspectiva sí lo es, y temo que estoy cayendo en eso. Y no me gusta.

No me gusta porque sé que no soy la única que ha salido perdiendo, no soy la única que a la que le duele, ni soy la única que tiene que hacer pie en la piscina del desastre.

Lo sé y lo he sabido siempre, no es algo que haya descubierto hoy al despertarme. Pero sé que demasiado frecuentemente caigo en el error de no tenerlo en cuenta.

En todo este tiempo, he callado mucho, a conciencia, porque éste no es lugar para expresar ciertas cosas. Ciertas cosas que sólo puedo decir a una persona. Por eso este rincón se ha convertido en el lugar para expresar cosas a medias, sentimientos, pensamientos enredados entre sí, cosas que fueron o que me hubiera gustado que fueran, sueños, realidades. Ficciones que a veces asoman a mi mente, realidades teñidas de un poco de literatura barata. Entre líneas se esconde algo de verdad, pero la verdad completa, la que realmente sale despedida en cada sístole y diástole, esa sólo la sé yo y creo que (espero que al menos) tú también.

A pesar de todo, a pesar de que me gustaría poder por fin desplegar toda esa verdad como si de una baraja de cartas se tratara sobre una mesa entre los dos, a pesar de que sólo deseo vaciarme en ti como hace tanto tiempo podía hacer, a pesar de todo, sé que es el momento de dejar de hacer más pesado el ya de por sí nada liviano lastre que nos arrastra hasta el fondo.

Confío, confío ciegamente, tanto en ti como en tutodo llegara.., como hice siempre y voy a seguir haciendo. Para quien piense que será mi fin, diré, que mi fin sería dejar de hacerlo.



El tiempo volverá a poner algo de orden en este caos, y entonces, quizá entonces...
Mientras tanto, no seré yo quien haga más duro de llevar lo que quiera que sea que cargas, sabes que sólo ansío hacer lo contrario.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El día en el que el ginecólogo me dijo...

Mecánica del corazón

Los raros