Eliminada
Acabo de cometer el acto más infantil, inmaduro e impropio de mí de la última década: Me he salido del grupo de whatsapp de la pandilla. Y luego lo he eliminado. No ha sido un arrebato ni una forma de llamar la atención. Ha sido una decisión meditada y fruto de mucha reflexión. Porque no se trata solo de abandonar el grupo, es una manera de dejar patente que abandono también mi empeño en seguir formando parte de las vidas de esas personas que se supone que eran mis amigos. Quizá me he pasado de dramática y es muy posible que ahora me estén poniendo verde en ese mismo chat, pero no me arrepiento. Lo mismo ni siquiera se dan cuenta de que me he ido… es una de esas cosas que pasa cuando eres la amiga que lo da todo, pero nadie hace lo mismo por ti. Yo ya me he cansado de dar y no recibir jamás ni la mínima parte. Que han sido años, joder, no es algo de ahora. Llevo años viendo cómo la vida nos iba poniendo en posiciones cada vez más distantes. Yo he luchado por mantener la rel...