Entradas

Mostrando entradas de 2020

Hacer todo y nada juntos

Yo, lo único que que quiero, es no hacer nada contigo. Quiero pasarme los domingos tirada en el sofá coloreando en mi movil sin hacerte caso pero sabiendo que estás ahí al lado, enfurruñándote poco a poco porque tu equipo vuelve a perder. Redesayunar los sábados se ha convertido en una tradición maravillosa cuando sales despeinado de la cama y me encanta esa cara de dormido que tienes. Quiero teclear en el ordenador mientras te escucho reírte mientras juegas con tus amigos a la play  y seguir mirándote de reojo mientras no te enteras porque estás concentradojugando. Invadir tu lado de la cama mientras te echas la siesta para leer el libro que vive en mi estante  de encima de la cama y que me abraces cuando me hago la dormida son otros de esos planes que haría siempre.  Que la realidad es sencilla, que yo, lo que quiero, es hacer nada contigo. Vamos a dedicarnos a perder el tiempo, a dejar de lado este ansía viva de vida que nos hace sentir que pasan las horas y las desap

Me tengo a mi

No es fácil admitir que muchos días me cuesta reconocer a la persona en la que me he convertido y que el reflejo que me devuelve el espejo no es más que una desconocida mirándone de vuelta. No es fácil darse cuenta de que ya no me parezco a aquella chica de sonrisa radiante que confiaba en la vida y en los demás como si nunca me hubieran roto el corazón. Lo cierto es que las personas se han llevado más de lo que les dejé; que algunas heridas pesan más de lo que mi espalda puede soportar y que ya ni recuerdo dónde dejé esa libreta de noche donde apuntaba todos los sueños que aún me quedaban por cumplir. Poco a poco, me he ido dando cuenta de la forma en la que me miro de cómo critico cada curva, cada imperfección física y cada comportamiento que muestra cómo me siento por dentro. De cómo no me doy ni un respiro y mi risa llega pocas veces a esos ojos que en el pasado brillaban de la misma forma en la que la luna se refleja en las olas después del atardecer.  Me he dado cuenta también

¿Soy una novia de mierda?

Por las noches roncaré, daré vueltas y acapararé almohadas, sábanas y nórdicos. Te preguntaré  “¿Estás despierto?”  cuando estés dormido y te despertaré, seguro.  Tengo mal amanecer y soy monstruosa hasta bastante rato después de desayunar.  No tendré leche para el tuyo pero lo compensaré teniendo todolo que te guste en la despensa. Te preguntarás si has amanecido con tu novia o con un zoo, porque te abrazaré como un koala, me colgaré de tu cuello como un mono, gritaré en tu oído como una cabra. Qué le vamos a hacer, no soy una persona de mañanas: a veces, no soy una persona ni de tardes. Seré muchas veces el motivo de tus disgustos.  Me picaré con facilidad, me costará compartir algunos espacios, no daré mi brazo a torcer aunque lleves claramente la razón. Me pondré muy nerviosa en los enfrentamientos, seré hiriente con algunos comentarios, seré un bizcocho con otros tantos más. Desde el inconsciente intentaré sabotear lo nuestro para cumplir la profecía de que  esto no va

Los que te quieren no siempre te aconsejan bien

Imagen
Las personas que están a tu alrededor, ya sean amigos o familia, y te quieren, muchas veces te dan consejos para que no sufras, o porque ellos creen que lo que vas a hacer te va a salir mal o te vas a equivocar. Ellos lo hacen porque quieren lo mejor para ti,  está claro. Pero eso no te asegura que tengan razón. De hecho bajo mi propia experiencia nunca la han tenido. Yo desde que cumplí la mayoría de edad he hecho siempre lo que me ha dado la santa gana. Desafiando primero a padres y familia y luego a amigos. Y he de decir que menos mal, porque jamás me he arrepentido de nada de lo que he hecho y ellos no acertaron ni una. De hecho si les hubiera hecho caso, estaría viviendo una vida que no es la que yo necesito, sino la que ellos creen que está bien. Y eso no me hace feliz.  Voy a enumerar varios ejemplos de lo que te recomiendan que no hagas: Mi madre me enseñó que para ser atractiva y guapa se tenía que ser delgada.  Y me maté a hacer dietas durante años, luchando con mi ham

El recuerdo

Siento que el crecer me ha traído, además de algunas canas sueltas y varios aprendizajes, un filtro que parece agrandarse con el paso del tiempo. Me refiero a un filtro muy potente que ha alejado de mi vida a muchas personas. Al principio esto me daba tristeza, es justo decirlo, pero hoy por hoy lo siento más como un alivio, como la naturalización de aquello que se fue resquebrajando de a poco y ya no hay nada que logre sostenerlo.  Creo que una se vuelve más exigente, más amiga de la soledad y sus espacios y menos amiga de quienes creía casi hermanos o hermanas por elección . Hablo de vivir del recuerdo porque creo que eso nos pasa mucho: con las parejas, con las relaciones de amistad, con vínculos diversos. No quiero que esto suene a filosofía barata, que ya bastante nos inunda por todos lados. Pero muchas veces vivimos del recuerdo de una amistad que supo ser y que hoy por hoy se destruiría tan fácil como una torre de naipes ante un soplido. Y claro, cuando una piensa en

Verdades

“Dios los cría y ellos se juntan”, así que a ti te esperan cosas maravillosas y a ella, muy probablemente, un mundo lleno de falsedad y dobles vueltas, porque querida, la vida es como un carrusel y los caballitos suben, pero después de estar muy arriba también bajan. Entonces mejor, tú súbete a la noria, pero con alguien que no te use, con alguien que te quiera, no mucho, ni por un rato, pero si BIEN.

La valiente decisión de darme cuenta que no eran para mi

Imagen
Que levante la mano aquel que no haya sufrido la mano negra de un individuo disfrazado de amigo pero que, en realidad, es el primer ser humano dispuesto a juzgarte en cuanto tiene la oportunidad.  Porque yo, demasiadas veces.... Todos tenemos en nuestra memoria comentarios como: “¿No vienes?, qué aburrido eres” o “déjalo, no le van estas cosas” o “es que eres demasiado recatada” o “no te hemos dicho nada porque a ti estos planes no te gustan” o “¿en serio vas a ir así? Como estos, infinidad de comentarios que te hicieron pequeñito en un mundo de lobos. ¿Te acuerdas de cómo te sentiste cuando recibiste estos comentarios? ¿Enfadado? ¿Molesto? ¿Fuera de lugar? ¿Traicionado, tal vez?  Es en esos momentos en los que empiezas a sentirte fuera de un grupo al que creías pertenecer. Existe esa ley universal por la que muchos piensan que las edades van marcando los gustos y las acciones.  Las fiestas, los viajes en coche para una noche loca, el gusto por los chicos… ¿Qué pasa cuando tú

Mi pasado

Intento Dejar de culpar a las personas de mi pasado de mis errores del presente porque ellas no van a venir a solucionármelos. Mi  primer novio fue un capullo, me puso los cuernos y por eso soy tan desconfiada; mi madre siempre criticaba cada cosa que hacía y por eso ahora soy insegura; mi mejor amiga parecía una santa, pero me apuñalaba por la espalda en la menor ocasión y por eso ahora me cuesta tanto hacer amigos. Si nos ponemos te aseguro que encontraremos culpables de todas nuestras cagadas, limitaciones y defectos. Es lo que tiene ser de carne y hueso, que no nacemos inseguros ni desconfiados, sino que nuestras experiencias modelan nuestra personalidad, una especie de dibujo en blanco y negro que poco a poco vamos coloreando. El problema es que por mucho daño que me hayan hecho y por muy grande que sea la influencia de las personas de nuestro pasado en nuestro comportamiento del presente, ellos no son los que tienen que lidiar con sus consecuencias.  Culpar a los demás, aunque

No pidas perdón

Últimamente me llama mucho la atención  un factor que vengo observando desde hace tiempo,  casualmente se da muchísimo mas en población femenina, cuando mis amigas cuentas sus mierdas lo veo .... «perdón por el tocho que te he escrito» «perdón por la tabarra que te estoy dando» «perdón por todo el rollo que te estoy contando» y un largo etcétera de perdón, perdón, perdón…. Y yo me pregunto,  ¿por qué tenemos esa necesidad de justificar constantemente que necesitemos desahogarnos?  ,   vivimos en el mundo del chachi piruli onde tenemos nuestras queridas redes sociales a tope de momentos  happy, vacaciones, es decir, fardamos de vida, y me parece estupendo, pero todos sabemos que esta imagen no es permanente, y que tú y el de al lado, tenéis también días mierder  ¡Y no pasa nada! El problema viene cuando   solo te rodeas de gente que te hace creer que solo puedes compartir lo bueno , o simplemente este ahí cuando tu estés bien y feliz, porque seamos muy claros, cuando todo va b

Amigas que no necesito.

Imagen
Todos hemos experimentado el lado dulce y amargo de la amistad. Es cierto, que en cualquier relación hay momentos buenos y malos, pero una relación sana de amistad debe contar con más de los primeros, ¿no? Momentos en los que recuerdas a esa persona “amiga” haciéndote feliz. Pero, ¿Qué pasa cuando descubres que tienes amistades tóxicas y acabas de darte cuenta? ¿Qué pasa cuando por fin se cae la venda? ¿Qué pasa cuando descubres que has pasado demasiado tiempo -años incluso- cerca de este tipo de personas y te has visto a ti misma drenada de tu mejor versión? Hoy, me comprometo a divagar sobre los tipos de  amigas que NO necesitas en tu vida.  Basta ya. Has aguantado bastante tiempo cerca de ellas. Ahora has abierto por fin los ojos y si no, te invito a que reflexiones conmigo sobre ellos a lo largo de este post 1. La que solo se acuerda de ti cuando te necesita: Mira, ha pasado más de tres meses desde la última vez que la viste y te tomaste un café con ella. Le has mandado algún