Me tengo a mi

No es fácil admitir que muchos días me cuesta reconocer a la persona en la que me he convertido y que el reflejo que me devuelve el espejo no es más que una desconocida mirándone de vuelta. No es fácil darse cuenta de que ya no me parezco a aquella chica de sonrisa radiante que confiaba en la vida y en los demás como si nunca me hubieran roto el corazón. Lo cierto es que las personas se han llevado más de lo que les dejé; que algunas heridas pesan más de lo que mi espalda puede soportar y que ya ni recuerdo dónde dejé esa libreta de noche donde apuntaba todos los sueños que aún me quedaban por cumplir.
Poco a poco, me he ido dando cuenta de la forma en la que me miro de cómo critico cada curva, cada imperfección física y cada comportamiento que muestra cómo me siento por dentro. De cómo no me doy ni un respiro y mi risa llega pocas veces a esos ojos que en el pasado brillaban de la misma forma en la que la luna se refleja en las olas después del atardecer. Me he dado cuenta también de cómo mi corazón se ha ido encogiendo con cada decepción, con cada promesa incumplida y con cada oportunidad convertida en trampa. Y ahora me pregunto, ¿cómo pueden las sombras de lo que fui volver a su estado natural después de tanta tormenta?  ¿cómo se puede volver a antes de que las dudas, las rupturas de mi corazón y las inseguridades se convirtieran en fieles compañeras?
Aunque ahora mismo parece deslizarse por mia dedos como el tiempo en un reloj de arena, aunque aun creo que  hay esperanza. En realidad, como me dijo un día una buena amiga," No quieres volver a ser la persona de antes porque es ella la que te ha llevado hasta aquí. Es ella la que no ha sabido ver que necesitabas tiempo, espacio y un amor propio de los que iluminan ciudades enteras. Por lo tanto, agradece. Agradece el lío en el que te has convertido, agradece las tormentas en tu corazón, agradece que sientas que este no es el lugar en el que te gustaría estar, porque eso significa que te has dado cuenta. Eso significa que, a partir de este momento, vas a querer cruzar toda esta oscuridad, sostenerla cuando haga falta e ir despejando los vientos más fuertes cuando formen huracanes. Que vas a juntar todas las versiones de ti, la de antes, la de ahora y la que te está esperando para acompañarlas a todas y no volver a abandonarlas nunca. Esto significa que, por primera vez en mucho tiempo, tu foco se encuentra en ti misma y no en los demás"
Y yo confío en mi. Confío en que voy abandonar la culpa de no ser suficiente porque me daré cuenta de que siempre lo he sido. Confío en que voy a expresar todas mis emociones, que es lo más humano que tenemos, en vez de dejar que se transformen en ansiedad. Confío en que algún día me levantaré y sentiré un amor intenso por la vida y por mi misma y agradeceré mi cuerpo, mi mente, mi personalidad, mi alegría y también mi tristeza, porque me habrás dado cuenta de que han tenido que pasar eones para construirme y que soy un hermoso milagro. Confío en quevoy a ir creando la vida con la que sueño, porque siempre vvoy a poder confiar en mi misma, y en que voy a protegerme de todo aquello que quiera volver a apagar mi luz.. 

Pero, hasta que ese momento llegue, tendré paciencia. me cuidaré. Todos nos equivocamos, todos tenemos que pasar oscuridad para valorar la luz. Estar en esta situación no significa que haya echado a perder mi vida, sino más bien todo lo contrario: esto es una gran oportunidad para conocerme, para aprender de mi misma y dar rienda suelta a mi creatividad. Y siempre se que no estoy sola: me tengo a mi misma.

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