Hacer todo y nada juntos

Yo, lo único que que quiero, es no hacer nada contigo.
Quiero pasarme los domingos tirada en el sofá coloreando en mi movil sin hacerte caso pero sabiendo que estás ahí al lado, enfurruñándote poco a poco porque tu equipo vuelve a perder.
Redesayunar los sábados se ha convertido en una tradición maravillosa cuando sales despeinado de la cama y me encanta esa cara de dormido que tienes.
Quiero teclear en el ordenador mientras te escucho reírte mientras juegas con tus amigos a la play  y seguir mirándote de reojo mientras no te enteras porque estás concentradojugando.
Invadir tu lado de la cama mientras te echas la siesta para leer el libro que vive en mi estante  de encima de la cama y que me abraces cuando me hago la dormida son otros de esos planes que haría siempre. 
Que la realidad es sencilla, que yo, lo que quiero, es hacer nada contigo.
Vamos a dedicarnos a perder el tiempo, a dejar de lado este ansía viva de vida que nos hace sentir que pasan las horas y las desaprovechamos, a olvidarnos de que no tenemos ninguna foto para colgar en Instagram y centrarnos en estar juntos.Aunque aveces no entienda que parece que no hacemos nada juntos, pero si que lo hacemos aunque no lo hagamos juntos. Ojalá sigas sonriendo desde la habitación de al lado cuando me escuchas toser y esos ruidos de despues que tanta gracia te hacen. O cuando me cruzo por delante de ti haciendo el tonto porque si, moviendo los hombros con ese rollo que yo sólo tengo. Y que sólo te hace gracia a ti.
Ojalá yo siga parando de teclear en el ordenador paraque vengas a ver que hago porque aunque estemos cada uno haciendo nuestras cosas, te acuerdes de que estoy aqui y vengas a darme un beso porque si, porque te apetece.
En serio, estar juntos y no hacer nada suena demasiado bien. 
Llevamos años compartiendo tiempo y espacio, obsesionados con llenar las horas, con aprovechar el tiempo, con llenarlo todo de experiencias y por el camino nos hemos olvidado de la experiencia más importante: disfrutar del otro sin más adornos. Nos olvidamos del placer de estar, solo estar. Hacer la vida sabiendo que la otra persona está ahí.

Que la vida no es más vida por muchas cosas que se hagan es algo que aprendimos de nuestros abuelos, que las cosas complejas no siempre dan más felicidad que las cosas sencillas, también. 
Estar cada uno a lo suyo.Yo estar viendo los capitulos de series de hace años que nunca me canso de ver con mis cascos de moderna mientras tú juegas con tus colegas al ultimo juego que tienes y nos peleamos por la manta, echarnos una siesta antes de comer y terminar disfrutando del tiempo desocupado mientras esperamos la comida rápida que escandaliza a cualquier chef importante y que tan rica nos sabe. No hacer nada en todo el día y que nos parezca que lo hemos hecho todo, olvidar que existe un mundo más allá de nuestra puerta.
No te quiero perfecto, te quiero en pijama y sin peinarte en todo el día.  Te quiero desde debajo de mi manta de estrellas del Aliexpress y mi pijama del Primark.
Que sí quiero no hacer nada hasta que la muerte nos separe o hasta que se nos acabe el amor...

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mecánica del corazón

El día en el que el ginecólogo me dijo...

La soledad de las amistades