Capullos de la vida
Soy mujer de elegir mal. De las que ven un charco con un poco de agua y se meten, y se revuelcan, y se embarran durante horas o días. Ahora bien, en mi vida he tomado dos decisiones de las que se merecen una ovación. La primera, no sucumbir a la moda de los pantalones de colores chillones «PHO» que deslumbraban a principios de siglo. La segunda, dejar de salir con capullos y empezar a conocer hombres. Aquí está la lista de los capullos con los que yo me he encontrado y de los que, afortunadamente, logré escapar. – El capullo «ilusionista». Seguro que el primer mes irá todo viento en popa a toda vela, no corta el mar sino vuela. Regalos caros, cenas casi a diario, sexo incansable. Pero, ¡ay, la magia!, pronto empezará a desaparecer. Te quedarás en «leído» en WhatsApp el lunes y recibirás la respuesta, convenientemente, en la madrugada del domingo. Si te quedas en modo pánfila, te descubrirás repitiendo la pauta durante meses. No caigas en la «autoayuda» sin receta. Si ...