¿Donde quedó la libertad de expresión?
Y de repente llueven las críticas por tu manera de expresar opiniones, sentimientos o sensaciones, ¿es que a nadie le sorprende que tu paciencia se haya acabado? Pareces tan radical a veces que choca con tu amabilidad, tu actitud desinteresada, tu facilidad para comprender al mundo entero… aunque a todo eso ya se han acostumbrado, ese es el problema, que muchos creen que no vas a cambiar, que siempre serás el “bueno de la película”, que en realidad se puede abusar de ti todo lo que se quiera y que tú no moverás ni un dedo por evitarlo. Pues se equivocan señores… Todo tiene un límite y el tuyo está llegando en muchos aspectos, y claro que es normal, pero lo más importante, es necesario. Lo que no deja de sorprenderles es que hayas cambiado, o que lo estés intentando, por tu bien. Incoherencia lo llaman, pero eso es lo que se creen ellos. Tú no lo ves así, y a veces ni te molestas en defenderte. No es incoherencia, porque la incoherencia sería callarte cuando realmente debes habla...