Lo que aprendí
De adolescente escribir era mi mejor amigo , los cuadernos soportaban todo lo que les dijera y no me juzgaban si no pensaban igual. Así que viví toda la secundaria pegada a uno, escribía continuamente , todo lo que pasaba y sin pensar mucho, sin filtrar emociones ni nada, era joven e inocente. Bueno, quizá era joven y odiaba la raza humana. Guardé aquellos diarios, llenos de incomprensión, historias dramáticas, cotilleos de segunda y dibujos en los bordes que recordaba mucho peores. Un día me puse a leerlo, ¿y sabéis lo que os digo? Si tú también escribiste un diario, ¡ponte a leer! No hay nada mejor que leer la historia de tu vida contada por ti misma, de verdad. Es divertida y triste a la vez. Recuerdas cosas que llevaban en el trastero de tu cerebro desde que pasaron. Joder, qué gilipollas era. Probablemente estés pensando esto constantemente. Porque es verdad. Nada mejor que leer tu diario de adolescente para confirmar que sí, que eras idiota y que la mitad d...