Quizas tuve que esperar al tiempo para que él me enseñara la vida. He aprendido que todo es mejor si se afronta con una sonrisa, asique arriesga siempre por lo que mas desees,aunque tengas miedo a perder, aunque puedan salir mal las cosas, pero jamas ganaras si no lo intentas.He aprendido que no hay que destrozar tus sueños porque pienses que alguien ya te los ha destrozado antes, y por mucho que pienses que son solo sueños, todo sueño se puede hacer realidad, y no te limites a mirar hacia atrás, te espera una vida llena de momentos que merecen la pena ser vividos. Quizas solo hace falta creer para poder, cuando piensas que nada es posible,que la mayor parte de las cosas no tiene solución, es cuando nunca podrás conseguir aquello con lo que realmente sueñas, porque si algo puede salir bien saldrá bien, por lo tanto,cree en ti mismo, ya que nadie lo hará por ti.
Cierra o abre
Cuando una puerta se cierra, otra se abre. Nos lo graban a fuego desde pequeños y, quizás, de alguna manera es una sentencia sanadora; nos alimenta de esperanza, creyendo así que tras una despedida siempre viene algo mejor. Lo que ocurre muchas veces es que somos nosotros mismos quienes nos empeñamos en dejar la puerta entre abierta, con la llave a medio a echar, esperando a que se vuelva (o la vuelvan) a abrir de nuevo. A veces, son los otros quienes se empeñan en no cerrarla del todo, pero sin atreverse a abrirla de par en par, de cruzar el umbral y pasar a nuestro lado. Dejando abierta una puerta maltrecha, que ya no encaja como antaño; como si la manilla no terminara de funcionar del todo; como esas puertas que requieren de una destreza casi mágica para poder abrirlas sin quedarnos con el pomo en la mano. Siempre he sido de las que se niega a cerrar puertas, aún a sabiendas de que otras mejores se abrirán; aún a sabiendas de que hay ventanas, mucho más pequeñas y sencillas, p...
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