Se verá
A veces me miro y pienso: ¿en qué momento me volví tan intensa? Si antes era la reina del “ya se verá”, la que no tenía prisa por nada. Y mírame ahora, queriendo que todo encaje ya, que la gente diga lo que siente ya, que las cosas salgan bien… ya. Y no, no es impaciencia. Es que la vida me ha dado unos cuantos golpes que me han enseñado que el “ya se verá” a veces no llega nunca. Cuando pierdes a personas que eran tus pilares, te cambia el reloj interno. Ya no cuentas los días igual, porque sabes que cualquier minuto puede ser el último con alguien que te importa. Y claro, te entra la prisa… pero no por llegar antes, sino por sentirlo todo mientras puedas. Yo era la que decía “tranquila, todo llega”. Y ahora soy la que dice “sí, pero que llegue ya, por si acaso”. Y me río, porque a veces me escucho y digo: Ara, relájate, que te vas a marear tú sola. Pero al final me sale natural, porque tengo el corazón lleno de recuerdos que pesan y de ganas que empujan. No quiero correr, lo pro...