Cierren los ojos y empuñen sus corazones. Llenemos copas de recuerdos; regresemos espiritualmente a aquella estación, recordemos como nos robaron la ilusión, como surgió el primer beso, la primera canción, el primer roce con su cuerpo. Su mirada, su forma de andar y su forma de amar. Los recuerdos son hermosos, tan solo depende del enfoque que uno le quiera dar.

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