Todo empieza, todo gira, todo vuelve, todo acaba.

Hay muchas formas de decir que todo sigue después de una desilusión: No era para ti, si se ha acabado es porque algo va a empezar, hay muchos peces en el mar, el destino no os quiso juntos, o el tipicazo de ES QUE ERA UN HIJO DE PUTA. Pues discrepo, pienso que cuando algo se acaba es porque la jodísteis, ambos, y evidentemente algo bueno vendrá detrás, como todo, como siempre. No creo en el destino, creo en las gilipolleces que hacemos con la manía de estropear las cosas. Pero lo que sí es verdad es que la vida sigue. Tienes que avanzar, agarrarte con uñas y dientes al camino, empezar cuantas veces quieras pero de pie, nada de caerte. Debes de seguir andando, pese a lo que te cueste y lo dura que la vida sea. Y es que aunque tú pares, la carrera sigue

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