Qué triste que es que aún haya gente que tenga que ocultar su amor hacia otra persona, simplemente por que tiene un sexo igual que el suyo, sinceramente, muy triste. Con lo precioso que es dejar que todo surja, y que si hay ganas bien, y si no.. si no pues nada, habrá sido un momento verdaderamente encantador, porque hicimos justo lo que quisimos, sin pensar en si estaba bien, o mal.. ¿a ti te hace daño? Porque yo disfruto levantándome por la mañana al lado de una persona, sabiendo que la noche fue genial, que cada momento fue natural, sin esperar nada a cambio, simplemente dejándonos llevar hacia donde haya que ir, y ¿mañana? ¡mañana dios dirá! Tampoco hay que planificarse demasiado, ya bastante nos planificaron la vida al nacer, al educarnos, al intentar escoger otro camino.. ya bastante nos intentan decir hacia donde queremos.. no no no, hacia donde tenemos que ir! Cuando en tu interior estás pensando “a ver, que no te enteras.. que mi camino lo hago yo..” Vive, haz lo que tengas que hacer, no lastimes a nadie a posta, intenta hacerlo lo mejor posible con todo el mundo, y por favor, ponte una venda para poder ver mejor lo que deseas, cuando lo sepas, hazlo, sin más..
El día en el que el ginecólogo me dijo...
Hay que ver la de cosas que pueden hacer que una levante un señor complejo nuevo así, de la nada. Un día tienes mil complejos, al siguiente, de pronto, tienes mil uno. Yo, personalmente, llevo a la espalda una mochila enorme llena de las inseguridades que he ido acumulando a lo largo de los años. Y, aunque hay algunas que están íntimamente ligadas a mi carácter, muchas otras nacieron a raíz de algún comentario. Bienintencionado, con verdadera malicia o sin ningún tipo de intencionalidad. Alguien que dice algo, sobre mí o mi cuerpo, y, bum, un nuevo inquilino para la mochila. Pero bueno, aunque no soy capaz de evitar que este tipo de movidas me afecten y me calen hondo, lo que sí puedo hacer es tratar de llevarlo con humor. Sí, soy de esas que van de que todo se lo toman a coña. Nunca es real al 100 %, sin embargo, ayuda a sobrellevar lo que sea que te hace daño. Un poquito. Así que quiero compartir la anécdota con la que nació uno de mis complejos más íntimos. La del día en el que el
Comentarios