Cuando veo claro lo que tengo que hacer, lo hago, a pesar de la culpabilidad o del miedo. Es algo que me gusta de mí misma y, de momento, no he tenido que arrepentirme de lo que he hecho siguiendo este impulso. Hay una luz que me dice: "Tú por aquí. Lo vas a pasar fatal, pero tú por aquí." Y nunca he dejado de hacer algo cuando he sentido en mi interior que lo tenía que hacer.

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