Que la gente diga las cosas a la cara joder, que no sea rastera y mentirosa y que no desaparezcan de tu vida sin haber siquiera hablado sobre qué narices les pasa contigo.

Juro que es la última lágrima que derramo por ellos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

No te culpes

El día en el que el ginecólogo me dijo...

Miau!