Le miras. Te encanta. Es eso que siempre has buscado pero que no encontrabas. ¿Por qué tienes que vivir tan lejos?. Querer empezar una historia, una historia de los dos, que no sabes como acabará, pero no importa, no importa nada, ni la distancia, ni todo aquello que nos separa, las ganas, nuestras ganas, va a poder con todo eso.
¿Sabes?, me muero por abrazarte, por besarte y tenerte delante de mí, poder acaricarte y sentir que estas cerca de mí.
Te has convertido en algo especial, así, sin querer…has hecho que me vuelva a encontrar a mi misma, que mi cabeza no pare de pensar en ti, que necesite saber de ti a cualquier hora del día. Todo me recuerda a que te tengo lejos. Todo me recuerda a que cada día te voy necesitando un poco más.
Cada vez que me dices “ Ojala estuviese ahí, contigo” me derrito…porque a pesar de que estemos lejos, yo imagino el día en el que te tenga delante, te abraze fuerte y te bese por primera vez, y ese día, te prometo que llegará pronto. Pero tú prometeme que la distancia no podrá con nosotros.
No te culpes
Voy a empezar dando un mensaje muy claro: no todos los celos que sentimos son porque tenemos que gestionar algo en nosotras . Y punto. Está muy guay el rollito este "new age" moderno de que los celos son inseguridades propias, falta de autoestima etc. En la mayoría de los casos es así, y está claro que cuanto más trabajemos nuestro crecimiento personal mejor estaremos. Pero los celos son una respuesta del cerebro que lo que busca todo el rato es sobrevivir. Y señoras, amigas, hermanas, en muchas ocasiones tenemos celos porque nuestra pareja está siendo infiel, porque otra persona se está entrometiendo en la relación o porque hay algo que no cuadra. Y PUNTO. Esto es algo que resumió mi psicóloga muy bien cuando tuve el mayor ataque de celos que he tenido nunca, recuerdo bastante bien sus palabras: “No tienes celos porque estés insegura, tienes celos porque esa chica sigue enamorada de tu novio y claramente está compitiendo contigo para conseguirlo”. ...
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