¿Es lo correcto?

A veces terminar no es tan difícil. A veces sabes que esa persona no es, en lo absoluto, correcta para ti. Sabes que nunca funcionaría porque nunca lograron ese nivel de intimidad necesario para construir una relación duradera. Nunca se hicieron mejores amigos.
Y también están las veces en las que terminar es la cosa más difícil del mundo, no sólo porque sabes que estás rompiéndole el corazón a la persona que amas -y el tuyo durante el proceso- sino porque estás voluntariamente eligiendo perder a tu mejor amigo.
Es un fenómeno muy difícil de describir, razón por la cual usaré mi cliché favorito de todos los tiempos: “Te amo, pero no estoy enamorado de ti”.
La verdad es que esa es la mejor forma de describirlo: Amas a alguien muy profundamente y sientes que deben ser el uno parte de la vida del otro, pero no de la forma en que lo han sido hasta ahora.

Sabemos que no somos la pareja correcta. Sabemos que nunca funcionaría, y sabemos que la amistad que tenemos -o mejor dicho, que teníamos- creó un lazo que nos haría volver a hacer ser pareja con demasiada facilidad.
Haría que fuera muy probable el cometer los mismos errores y, ciertamente, repetir el mismo dolor. Al final, en eso se resume todo: No es mi corazón el que me preocupa, sino el tuyo. Romper mi propio corazón sería mi responsabilidad, pero no puedo volver a ser responsable de romper el tuyo.

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