Suficiente

Siempre me imaginé a mi misma dentro de un amor que me consumiera completamente y que fuera sobrecogedor. Un amor que me hiciera despertar y que, a su vez, me hiciera dormir tras interminables conversaciones sobre todo y nada.
Nunca fue difícil para mí enamorarme, pero sí mantenerme enamorada. Mirando hacia atrás, puedo ver que mi primera verdadera gran pena de amor no fue el resultado de perder a alguien con quien “debía estar”, sino que fue pensar que lo que tenía era suficiente.
Nuestra definición de suficiente va a cambiar tanto como nosotros lo hemos hecho. Algún día, “suficiente” será lealtad y confianza, y después pasión y aventura.
Mi primer desamor gatilló una serie de aventuras apasionadas, seguida por una serie de pasos hacia la deslealtad y la desconfianza. Me tomó mucho tiempo decidir que suficiente era suficiente, para darme cuenta que finalmente era tiempo de seguir adelante.


Comentarios

Entradas populares de este blog

El día en el que el ginecólogo me dijo...

Mecánica del corazón

La soledad de las amistades