Mentira...

Mentira. Mentira. Mentira. Mentira. Mentira. Y mentira.

"El abuelo está ahí arriba, en un lugar mejor, y te está viendo" Mentira. El abuelo está ahí abajo, los gusanos se han comido su cuerpo cacho a cacho y su alma está en lista de espera para reencarnarse en Dios sabe qué.

"Come un donuts, por uno no pasa nada" Mentira. Pasa. Pasa que engordas, pasa que te conviertes en un cebo de críticas y risas, pasa que la sociedad no te acepta, pasa que te conviertes en una bola de grasa.

"Si no te llama, es porque no ha podido" Mentira. No llama porque no quiere. No llama porque no le da la gana. No llama porque, simplemente, no le apetece hablar contigo. Cualquiera puede sacar cinco minutos para dejar un mensaje en el contestador. Si no lo ha hecho es porque, sencillamente, no le interesas.

"Lucha por lo que quieres y lo conseguirás" Mentira. Lucha por lo que quieres, y así tendrás más posibilidades de conseguirlo que si te quedas tumbada en el sofá. Pero la lucha no asegura nada, ni siquiera la satisfacción personal de haberlo intentado.

"Para asegurar tu futuro tienes que estudiar una carrera" Mentira. Una carrera, una simple carrera, no sirve para nada. Ahora tienes que saber un par de idiomas, gastar una pasta que no tienes en másteres para tener una linea más de curriculum y tener un par de tetas si el que va a contratarte es un tio. Miento. Basta con el par de tetas.

"Hay que jugar limpio" Mentira. Hay que jugar limpio si quieres perder y ver como el otro menea el trasero con el trofeo delante de tus ojos. Si quieres ganar de verdad tienes que dejar los principios en casa y salir a pelear con la cabeza puesta en el objetivo, que el fin justifica cada movimiento.

"Ya lo superarás, ya aprenderás a vivir con ello" Mentira. Nunca se aprende a vivir con el dolor. El dolor no es un compañero de vida al que nos acostumbremos, al que cojamos cariño cuando ya llevamos un determinado tiempo. El dolor escuece hasta que encuentra su sitio, y cuando lo encuentra y crees que todos esos incultos llevaban razón, el dolor sale de ese rinconcito para meterse en otro, y vuelve a quebrarte todo el cuerpo, quemándote cada zona por la que pasa, arrasando con todo hasta que por fin se coloca donde ya no duele, y vuelta a empezar.

"La salud es más importante que el dinero" Mentira. El dinero mueve el mundo. El dinero hace que las personas cometamos locuras, más o menos igual que cuando nos enamoramos. Sin dinero, es muy difícil alimentarse en condiciones, cuidarse, en definitiva, llevar una vida saludable. Vivimos una cosa u otra en función del dinero que tenemos y, obviamente, la visión del mundo cambia en función de si la miras desde debajo del puente o desde encima de un yate.


Mentira. Mentira. Mentira. Mentira. Mentira. Y mentira.

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