Dicen que necesitamos cuatro abrazos al dia para sobrevivir, ocho para mantenernos y 12 para crecer. Por eso desde aquí, desde mi pequeño mundo, os animo a que abraceís a quien os apetezca abrazar, pero no sólo porque pensaís que esa persona (o tú) necesitaís un abrazo, sinó porque simplemente os apetece hacerlo. Abrazar por abrazar. Simplemente por eso, por la satisfacción de hacer algo natural. Por la satisfacción de hacer algo nuevo. Yo, desde aquí, desde este, mi pequeño mundo, te invito a abrazar por abrazar, por el mero placer de hacerlo, a sonreírle a un desconocido y a ayudar a quien lo necesite sin que previamente, esa persona necesitada, tenga que pedirlo.

(Dedicada a todas las personas carentes de abrazos y carentes de AMOR. Especialmente para aquellas personas que hoy, más que nunca, necesitan un fuerte abrazo!)

Comentarios

Entradas populares de este blog

El día en el que el ginecólogo me dijo...

Mecánica del corazón

La soledad de las amistades