Medio feliz, medio triste, medio rayada, medio cansada.
Y yo, medio entera.





Mi cabeza es un almacén ¿vale? Lo explico. Almaceno cosas, recuerdos, pensamientos, planes, música, letras de canciones, imágenes sueltas. Almaceno cansancio mental, almaceno miles y miles de preocupaciones y problemas. Vale pues mi cabeza/almacén no da a basto. Rebosa todo, y no tengo tiempo de ordenarlo porque es verdad, NO TENGO TIEMPO. No tengo ni media hora al día para pararme y sentarme a ordenar ciertas cosas. Ni siquiera tengo tiempo de preocuparme por lo que de verdad me importa y lo dejo pasar. Mi cabeza va a explotar como no me pare un poco. ¿Cuando? Los domingos. El único día de la semana que más odiaba se ha convertido en el día más precioso del mes. Necesito pararme, necesito que el mundo se pare solo 24 horas... Quiero tiempo para mi y solo para mi.

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