Hay gente que se esconde para llorar, otra para besarse, otra para engañar y otra gente simplemente se esconde para ocultar su verdadera forma de ser.
Esos monstruos que viven en la oscuridad y que de repente un día salen de su escondite y te atacan por la espalda. Se alimentan de falsedad y venden amor cuando lo que compran es odio, mercaderes de la traición.
Ya es hora de salir, de que se muestren tal y como son, desde el principio, sin máscaras ni disfraces.
Y yo les digo a todos estos monstruos que su escondite hace siglos que fue encontrado y por más que sigan ahí de sobra sabemos los demás como va el juego y el que más corre gana.
Allá vosotros pequeños monstruos, podéis seguir haciendo como que nadie sabe nada o reconocer lo que sois.



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