Es verdad que a veces estar solo en el camino da miedo, la incertidumbre, la duda, el dedo señalador de los demás que tachan la antisocialidad como algo "malo", cuando a veces no es más que la simple capacidad -Quizá algo extrema- de seleccionar quienes queremos que nos acompañen en nuestro paseo o incluso de brindarnos la oportunidad de conocernos a nosotros mismos... A veces caminar sólo acojona mucho, muchísimo... Pero bien es cierto, que cuando llegue el glorioso día en que te encuentres a ti mismo, posiblemente, nunca vuelvas a caminar solo. Pienso, opino, valoro... "Los amigos no son Pokémons, no tienes que hacerte con todos"

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