He de confesarte que me muero de ganas de verte, he de confesarte que me acuerdo de ti más veces de las que me gustaría al día, he de confesarte que guardo lo que me diste la última vez en mi mesita de noche, he de confesarte que cada vez que pienso en volver a verte me pongo nerviosa, impaciente y pequeña. Me gusta su voz, sus manos, lo que me hace sentir cuando me abraza… Que me atraiga como hacía tanto tiempo que no me atraía nadie. Me gusta que sea diferente él y lo nuestro, porque no hay nada nuestro, solo instantes de vida en los que cada uno hacemos lo que queremos porque queremos… Como rara vez a lo largo de un día cualquiera. ¿Ven ya, no? :]

Comentarios

Entradas populares de este blog

El día en el que el ginecólogo me dijo...

Mecánica del corazón

La soledad de las amistades