Estoy en una de las épocas más egoistas de mi vida, después de tanto altruismo de ese que toca la polla, llega el momento de hacer sólo lo que a mí me apetezca, cuando a mí me apetezca y con quien a mí me apetezca. Quizá el verdadero camino a ser libre sea permitirse serlo y no pensarlo más de la cuenta.

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