Nado en un océano de dudas que arañan mis buenos pensamientos. Tengo pánico de no poder arrancar esa mancha negra, esa contaminación intermitente que viene y va, arrasando con todo a su paso. Ser feliz no debería ser lo que da miedo sino todo lo contrario, (la gente teme al sufrimiento, ¿no?) Ya que vivimos, que menos que disfrutar de ese tiempo que se nos ha concedido, que menos que vivirla con un mínimo de calidad. He sido una cobarde y no quiero serlo más, no quiero más guerras inútiles e injustas conmigo misma ni por supuesto con personas a las que quiero. Rallarse solo sirve para eso, para rallarse, es la palabra más sosa y sin contenido del mundo (la odio).
Hay una frase que creo que es clave para cualquier problema “lo que es, es”, básicamente aceptación, abrazar a la vida y al destino, entregarse y a partir de ahí vivir relajado. Son tantas cosas las que se quieren pulir…
…y es que joder! en el fondo, es tan bello vivir a veces…los jodidos pequeños detalles que le dan sentido a tu vida en una milésima de segundo, una sonrisa, una escapada, un buen polvo, un sueño…y ahí justo ahí te sientes el ser más gilipollas del mundo por haberte estado comiendo la cabeza durante tanto tiempo…
Cierra o abre
Cuando una puerta se cierra, otra se abre. Nos lo graban a fuego desde pequeños y, quizás, de alguna manera es una sentencia sanadora; nos alimenta de esperanza, creyendo así que tras una despedida siempre viene algo mejor. Lo que ocurre muchas veces es que somos nosotros mismos quienes nos empeñamos en dejar la puerta entre abierta, con la llave a medio a echar, esperando a que se vuelva (o la vuelvan) a abrir de nuevo. A veces, son los otros quienes se empeñan en no cerrarla del todo, pero sin atreverse a abrirla de par en par, de cruzar el umbral y pasar a nuestro lado. Dejando abierta una puerta maltrecha, que ya no encaja como antaño; como si la manilla no terminara de funcionar del todo; como esas puertas que requieren de una destreza casi mágica para poder abrirlas sin quedarnos con el pomo en la mano. Siempre he sido de las que se niega a cerrar puertas, aún a sabiendas de que otras mejores se abrirán; aún a sabiendas de que hay ventanas, mucho más pequeñas y sencillas, p...
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