Alguien dijo una vez que la vida es un juego constante donde nadie quiere arriesgar mas de lo que esta dispuesto a perder, sin importar las grandes probabilidades de ganar.
En el póker, por ejemplo, jamás querrás mostrar tus cartas sin saber de antemano que tiene el otro jugador; en la vida misma tenemos tanto miedo a perder que preferimos quedarnos en casa soñando, medio anestesiados, mirando lo que nos rodea sin hacer nada por entrar en el juego a imponer reglas y ganarlo todo.

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