Soñamos con finales felices, con grandes oportunidades así como en las películas. Con la posibilidad de un mañana imposible, con amores que lo puedan todo y emociones a mil por hora. Soñamos con realidades improbables, con lámparas mágicas y genios en botellas. Soñamos aquello que no esta a nuestro alcance, y yo que me conformo con cuatro paredes y dejarme que otros se lleven lo que nos esta esperando allí afuera.

Comentarios

Entradas populares de este blog

No te culpes

El día en el que el ginecólogo me dijo...

Miau!