Y qué sientes cuando el mundo se te desmoraliza. Cuando el tiempo te agota, cuando la felicidad te engaña. Cuando te sentías medianamente en deuda con la ética por creer que eras el típico jodido grano en el culo ajeno, y descubres que sí que eres el puto grano... pero en culo propio. Así. Así te sientes. Y lo siento. Lo siento más de lo que debería.

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