Hoy me has llamado. La próxima vez seguramente seré yo quien te llame porque me habré dado cuenta de cuanto te necesito. Nunca pensé que compartir el primer cigarro o reirte de los palos que nos da la vida uniera tanto. Y pensar que por circunstancias tan comunes nos encontramos y por otras igual te tuviste que ir, no se si te habré mencionado alguna vez aquel libro...no lo recuerdo. Pues segun él, no hay nada peor en la vida que echar de menos, sí, porque no es lo mismo tener a alquien cerca y poder desear que esté lejos o con tan solo acercarse un poquito, ya puedes robarle con cariño un abrazo, un abrazo robado de esos con los que después tan a gusto uno se queda. Siempre me ha gustado esa parte donde nisiquiera se menciona la nostalgia, tan solo echar de menos. Hoy me has llamado tu como tantas veces, seguramente mañana sea yo quien lo necesite. Y volverte a contar eso que tanta gracia te hace y tu falta total de educación y tu desparpajo y tus palabras que unidas no dejan espacio para mí tan solo derepente un sí, vale, en serio, te acuerdas, me acuerdo. Tonterías, pero que hacen que el tiempo corra tan deprisa y dejar de lado todos los putos problemas para refugiarte en un momento de los de antes. Siempre me acuerdo y no lloro porque no quiero. Un día de estos de mañana, seré yo quien te llame.
El día en el que el ginecólogo me dijo...
Hay que ver la de cosas que pueden hacer que una levante un señor complejo nuevo así, de la nada. Un día tienes mil complejos, al siguiente, de pronto, tienes mil uno. Yo, personalmente, llevo a la espalda una mochila enorme llena de las inseguridades que he ido acumulando a lo largo de los años. Y, aunque hay algunas que están íntimamente ligadas a mi carácter, muchas otras nacieron a raíz de algún comentario. Bienintencionado, con verdadera malicia o sin ningún tipo de intencionalidad. Alguien que dice algo, sobre mí o mi cuerpo, y, bum, un nuevo inquilino para la mochila. Pero bueno, aunque no soy capaz de evitar que este tipo de movidas me afecten y me calen hondo, lo que sí puedo hacer es tratar de llevarlo con humor. Sí, soy de esas que van de que todo se lo toman a coña. Nunca es real al 100 %, sin embargo, ayuda a sobrellevar lo que sea que te hace daño. Un poquito. Así que quiero compartir la anécdota con la que nació uno de mis complejos más íntimos. La del día en el que el
Comentarios