Yo soy muchas cosas. Soy borde, encantadora si me apetece, alegre, egoísta si me hacen serlo, pero amiga ante todo. También soy luchadora, y en eso se basan mis días. La mayor parte del tiempo me lo paso entero perdida no sé yo ni dónde pensando en cuándo acabará este otoño tan raro, en cuándo podré al fin aunque sea rozar por sólo un segundo todo lo que quiero para mi vida, que es mucho, y a un nivel elevado, en todos los aspectos. Así que estos días estoy aprendiendo que si quiero conseguir algo tengo que luchar por ello, a toda costa. Lo del salir perdiendo va a parte. Lo importante es AHORA. Y ahora sé que tengo que acabar esta carrera, que tengo que salir y disfrutar con mis amigos todo lo que pueda, que tengo que dejar que me mimen, que me cuiden, porque a veces y sólo a veces no puedo sola con todo, que tengo que ceder más, que me tengo que querer, que no sirve un yo puedo, tienes que decir un yo quiero joder, y lo voy a hacer, que hay que aspirar alto y mantenerse en las alturas, aunque parezcan tan surrealistas, aunque cueste, aunque no sea lo normal, lo inmediato. Ahora tengo que cuidar de mi familia, tengo que buscarle a mi hermana las cosquillas y tengo que crear mi vida para que dentro de un año esté todo listo para decir, vale, ya, ahora empieza lo bueno. Estoy calentando motores, para saber lo que es perder una vez tras otra y así darle más importancia al hecho de ganar, que ganar, he ganado muchas cosas durante este tiempo, aunque no me haya dado ni cuenta. Y ayer, creo que más que perder, gané, en muchas cosas. Ayer supe lo que es que me quieran, que me mimen, sin condiciones ni normas de por medio. Ayer me sentí más especial que otras muchas noches que están diseñadas para sentirse especial. Y la noche de ayer creo que no la cambiaría por muchas otras de esas que se supone que te bajan el cielo en un instante. Yo creo que nuestra noche de ayer fue de esas en las que estás en el cielo porque alguien se encarga de ello, sin intereses de por medio. Existen esas relaciones, y sí, yo tengo de esas, a pares.

No ha sido tan difícil perder con una sonrisa en la cara… Ya lo dije!!! Jejeje.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El día en el que el ginecólogo me dijo...

Mecánica del corazón

La soledad de las amistades