Tacticas para ser Feliz
Cuanto más observo, más cuenta me doy de que la gente no es feliz. Comprobarlo. Basta con observar a todos los que hacen cola en la parada del autobús cada mañana o ir a una tienda de ropa un día cualquiera a mediodía. Cuando casi todo el mundo está almorzando, y un porcentaje más grande de lo que imagináis está comprando ropa. ¿Ropa para qué? ¿Para vestirse? Vamos. En mi cuarto ya no caben más trapos y yo sigo comprando. Cuanto más ropa tengo, más feliz soy. Hasta que la prenda caduca y mi felicidad se esfuma, y entonces tengo que comprar algo más para sentir que la vida merece la pena?. Y esto nos pasa a muchísimas mujeres, no es que yo sea una compradora compulsiva, en absoluto, pero siempre que compro compro para ser feliz. Nunca única y exclusivamente para vestirme. No sólo compramos ropa cuando no somos felices. También compramos comida. Y comemos como cerdos en el sofá de casa mientras vemos alguna película romántica americana. Los más extrovertidos se tiran horas y horas hablan...