Mi talón de Aquiles


Eres mi talón de Aquiles,

un viaje al infinito,
la felicidad más grande,
un dolor insoportable.

Si amanece que no es poco,
aunque me dejes plantado,
cruzaré el norte del norte,
seguiré todos tus pasos.

Cuando no se haga de noche
pescaré donde pescamos,
cuando no se haga de día
les diré que estás dormida.

Lo único que es para siempre
es lo que se ha perdido,
aunque subas a la Luna,
aunque llegues hasta Marte.

Mis ganas de cambiar el mundo,
todas se fueron contigo,
y jugamos como nunca
y perdimos como siempre.

No se ha vuelto a hacer de noche,
no se ha vuelto a hacer de día,
los bosques ya no preguntan,
el viento ya no responde.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El día en el que el ginecólogo me dijo...

Mecánica del corazón

La soledad de las amistades