No puedo

Me rindo.

No puedo explicar lo que siento. 
Pensaba que todo estaba bien hasta hoy, que había aprendido a llevarlo, que no escondía ninguna segunda intención detrás de todo lo que me preocupo por ti, y es que siempre que acabo nombrándote no es por accidente. no puedo evitar buscar tus ojos en las conversaciones, y hoy cuando tú también has buscado los míos has despertado en mí muchísima ternura, no puedo evitarlo.

Puede que esto esté sonando a estúpido enamoramiento, pero en realidad lo escribo porque estoy desesperada, porque pasa el tiempo y todo vuelve a reiniciarse como al principio, porque veo cosas que no me gustan de ti pero termino aceptándolas y es que me da exactamente igual que siempre me digan "es que él es así, olvídalo", NO PUEDO terminar con esto si apareces en todos los buenos recuerdos de mi vida, y en los malos, y cada vez que cambio de lugar tú estás ahí, y tengo ganas de llorar y de llamarte, aparecer corriendo en la puerta de tu casa y contártelo todo, que lo entiendas.. pero eso es lo que me echa hacia atrás, que no vas a entender nada, porque tu manera de solucionar lo que hay entre tú y yo siempre ha sido alejarte y esperar de mí una reacción diferente, que me cansara, que me diera cuenta de que nada merecía la pena (tú mismo un día me dijiste que probablemente si hubiera pasado algo más lo que tuviera ahora sería mucho peor), pero es que nada puede ser más malo que echar de menos lo que más cerca tienes, verlo ahí, brillante y bonito, pero tan lejos, y no poder alcanzarlo, llegar a ello.. quién lo diría. cuatro años, nada más y nada menos. cuatro años abrazando momentos, almacenándolos para alimentarme de ellos cuando no estás aquí, respirando tu vida y callándome todo esto. siempre me he preguntado por qué llegado el momento no me siento capaz de decirte nada, cuando ya estoy casi convencida de que lo he superado, y es que no es así, es que me sigues encantando como siempre me has encantado desde que te conozco, pero nunca me atrevo a nada. me siento completamente gilipollas mirándote de lejos. cuando te ríes mis ojos te acompañan con lagrimones. eres espectáculo y tú ni siquiera lo llegas a notar

Comentarios

Entradas populares de este blog

El día en el que el ginecólogo me dijo...

Mecánica del corazón

La soledad de las amistades