Voy a empezar dando un mensaje muy claro: no todos los celos que sentimos son porque tenemos que gestionar algo en nosotras . Y punto. Está muy guay el rollito este "new age" moderno de que los celos son inseguridades propias, falta de autoestima etc. En la mayoría de los casos es así, y está claro que cuanto más trabajemos nuestro crecimiento personal mejor estaremos. Pero los celos son una respuesta del cerebro que lo que busca todo el rato es sobrevivir. Y señoras, amigas, hermanas, en muchas ocasiones tenemos celos porque nuestra pareja está siendo infiel, porque otra persona se está entrometiendo en la relación o porque hay algo que no cuadra. Y PUNTO. Esto es algo que resumió mi psicóloga muy bien cuando tuve el mayor ataque de celos que he tenido nunca, recuerdo bastante bien sus palabras: “No tienes celos porque estés insegura, tienes celos porque esa chica sigue enamorada de tu novio y claramente está compitiendo contigo para conseguirlo”. ...
Hay que ver la de cosas que pueden hacer que una levante un señor complejo nuevo así, de la nada. Un día tienes mil complejos, al siguiente, de pronto, tienes mil uno. Yo, personalmente, llevo a la espalda una mochila enorme llena de las inseguridades que he ido acumulando a lo largo de los años. Y, aunque hay algunas que están íntimamente ligadas a mi carácter, muchas otras nacieron a raíz de algún comentario. Bienintencionado, con verdadera malicia o sin ningún tipo de intencionalidad. Alguien que dice algo, sobre mí o mi cuerpo, y, bum, un nuevo inquilino para la mochila. Pero bueno, aunque no soy capaz de evitar que este tipo de movidas me afecten y me calen hondo, lo que sí puedo hacer es tratar de llevarlo con humor. Sí, soy de esas que van de que todo se lo toman a coña. Nunca es real al 100 %, sin embargo, ayuda a sobrellevar lo que sea que te hace daño. Un poquito. Así que quiero compartir la anécdota con la que nació uno de mis complejos más íntimos. La del día en el qu...
Bien, bien, bien. Si hay algo que los amantes de los gatos sabemos es que preferimos mil veces ser «loca de los gatos» que seguir alimentando las llamas de esas relaciones tormentosas y fracasadas. ¿Qué es mejor, un felino peludito que te recibe con ronroneos y te trae alegría, o un compañero humano que te trae más drama que una telenovela? Eso en el mejor de los casos, para ser honesta, (al menos en mi caso). Claro, todos conocemos cómo son esas relaciones en las que uno arrastra a su pareja humana al veterinario más veces de las que va él al gimnasio. Porque para ti tus amigos peludos son parte de ti y entonces haces comentarios como: «Estaría bien si pasamos más tiempo juntos… ¡y también con mis 10 gatos!» Esos comentarios no suelen sentar bien para la mayoría de la gente, para otros son como gigantes “red flag” aunque para nosotros (los amantes de los felinos) son como música celestial. Imagínate pasar tus días al lado de esos mininos adorables en lugar de con alguien q...
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xD