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Hoy en un libro he leído una frase muy sabia, "nunca perdonamos a aquellos a los que hemos fallado". Y realmente he defraudado a muchas personas, y son, y creo que serán por mucho tiempo, pequeñas esquirlas que se me clavan en el corazón. Algunas hacen más daño que otras, por supuesto, pero no es odio, es necesidad de pedir perdón y desasosiego por no ser lo suficiente, por no poder aspirar a lo que otros esperan de ti. Ni si quiera rozarlo con los dedos.

Todos somos humanos, todos desilusionamos. Lo que pasa es que a algunos nos duele más que a otros.

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