Deberián existir contratos para todo donde las cosas básicas quedaran registradas. Donde no sólo se hace lo que uno quiera, sino que también hay que tener en cuenta (aunque sea mínimamente) a los demás. Y si joder, si; los detalles cuentan. Parece mentira...

Comentarios

Entradas populares de este blog

El día en el que el ginecólogo me dijo...

Mecánica del corazón

La soledad de las amistades