Relativo...

¿Qué le vamos a hacer? Los dos sabíamos lo difícil que iba a ser esto desde el momento en el que nos miramos a los ojos y no quisimos dejar de mirarnos. Y no, no es culpa tuya, ni mía. Simplemente, la vida no está echa para nosotros, el mundo no nos entiende y antes de preguntar si hay agua en la piscina nosotros siempre nos tiramos a la piscina. Supongo que es por que no tenemos miedo a abrirnos la cabeza. Cualquier forma puede ser lo suficiente absurda, ridícula y dolorosa para morir.

¿No ves que lo nuestro es raro?
Sigue intacto en mil pedazos
y no logra romperse.

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