Tenías razón. No basta con apartarlo de mi cabeza cada vez que se acerque a mí, porque el espejo ya me encargará de recordármelo de por vida. Intento no pensar, alejarlo de mí cuando lo veo demasiado cerca y cambiar de 'contenido mental' lo más rápido posible. Ya no me hago preguntas, ni simulo conversaciones, ni busco oportunidades en relación con lo que tú ya sabes. No espero, ni ansío, pero me continuo controlando. Y si me continuo controlando, si continuo guardándome las ganas de hacer cosas inapropiadas, es porque aún quiero hacerlas. Tampoco debería escribir sobre esto, aunque sea de manera desdibujada, no es lo que debería estar haciendo.
Cierra o abre
Cuando una puerta se cierra, otra se abre. Nos lo graban a fuego desde pequeños y, quizás, de alguna manera es una sentencia sanadora; nos alimenta de esperanza, creyendo así que tras una despedida siempre viene algo mejor. Lo que ocurre muchas veces es que somos nosotros mismos quienes nos empeñamos en dejar la puerta entre abierta, con la llave a medio a echar, esperando a que se vuelva (o la vuelvan) a abrir de nuevo. A veces, son los otros quienes se empeñan en no cerrarla del todo, pero sin atreverse a abrirla de par en par, de cruzar el umbral y pasar a nuestro lado. Dejando abierta una puerta maltrecha, que ya no encaja como antaño; como si la manilla no terminara de funcionar del todo; como esas puertas que requieren de una destreza casi mágica para poder abrirlas sin quedarnos con el pomo en la mano. Siempre he sido de las que se niega a cerrar puertas, aún a sabiendas de que otras mejores se abrirán; aún a sabiendas de que hay ventanas, mucho más pequeñas y sencillas, p...
Comentarios
Pero pienso que el luegar correspondido tendrá que llegar algun dia,
Un beso :)