Escogiste el camino fácil, el rápido, el; “Para qué seguir adelante, si aquí ya estoy bien”. A veces el camino correcto no es el que está bien, si no el que eliges. Así que respeto tu cobardía y elijo olvidarte. Yo también elijo el camino fácil de plasmarte en un fondo en blanco y borrarte. Que desaparezcas de mi imaginación, y de mi vida, que lo que me acumulaste en forma de felicidad se derrita entre mis dedos y que vuelvan las prisas para no perder la hora y llegar a clase. Antes tenía prisa de ti. De verte, de sonreír junto a tus dientes. De considerarme la persona más afortunada. Por que sí, por que era yo contigo, era contigo, y no habían motivos de compromiso con el olvido, no los habían...[..]

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