Basta. Basta ya de prometer cosas que no puedo cumplir. Basta de sueños, de ilusiones. Basta de creer en mí. Basta de fingir, de fingir que tengo las cosas claras. Basta de ir de fuerte. Basta de ocultar todo lo que siento. En momentos como este, en los que no puedo más, me doy cuenta de como me gustaría tener una maquina del tiempo, y retroceder un año, o dos años, a un día quizás tan triste como este, pero... ¿sabes cual era la diferencia? Antes siempre había algo, siempre te tenía a tí...
Cierra o abre
Cuando una puerta se cierra, otra se abre. Nos lo graban a fuego desde pequeños y, quizás, de alguna manera es una sentencia sanadora; nos alimenta de esperanza, creyendo así que tras una despedida siempre viene algo mejor. Lo que ocurre muchas veces es que somos nosotros mismos quienes nos empeñamos en dejar la puerta entre abierta, con la llave a medio a echar, esperando a que se vuelva (o la vuelvan) a abrir de nuevo. A veces, son los otros quienes se empeñan en no cerrarla del todo, pero sin atreverse a abrirla de par en par, de cruzar el umbral y pasar a nuestro lado. Dejando abierta una puerta maltrecha, que ya no encaja como antaño; como si la manilla no terminara de funcionar del todo; como esas puertas que requieren de una destreza casi mágica para poder abrirlas sin quedarnos con el pomo en la mano. Siempre he sido de las que se niega a cerrar puertas, aún a sabiendas de que otras mejores se abrirán; aún a sabiendas de que hay ventanas, mucho más pequeñas y sencillas, p...
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