¿Qué te crees? ¿Que no lo sé? ¿Que no sé que algún día de estos voy a encontrarme contigo en cualquier parte y voy a tener que saber cómo reaccionar? Claro que he pensado en eso. Claro que he pensado en uno y mil encuentros nuestros. Y claro que he ensayado delante del espejo como no darme la vuelta cuando tú y yo nos encontremos frente a frente y me mires de esa manera en la que no quiero que me mires. Claro que he pensado en todo esto. Y ahora estoy segura de que en algún momento de mi vida nos tendremos que encontrar, porque el mundo tiene una facilidad acojonante para volverse jodidamente pequeño cuando estás huyendo de alguien. Y créeme. Estaré preparada. Cuando tú y yo nos volvamos a encontrar no me pillará de sorpresa. No me quedaré petrificada sin saber cómo reaccionar. Sabré. Sabré qué hacer y cómo hacerlo. Llevo toda mi vida esperando ese momento. Y cuando llegue, no pienso perder la oportunidad de decirte cuánto te he querido y cuánto te sigo queriendo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El día en el que el ginecólogo me dijo...

Mecánica del corazón

La soledad de las amistades